Lamentables las declaraciones de Vicente Rambla, vicepresidente primero de la Generalitat Valenciana: "Queremos que se vea TV3". Rambla va más allá cuando afirma que "la Generalitat está haciendo una labor proactiva para que se vea TV3".
Ésta, y no otra, es la verdadera cara del Partido Popular, accediendo una vez más a los anhelos y delirios expansionistas del rancio catalanismo.
¿Y qué réditos electorales pretende obtener de esta actitud el Partido Popular? ¿Quizás ganar el voto de las escasísimas audiencias de TV3 en nuestro territorio, alrededor de 7.000 televidentes convencidos de nuestra catalanidad y tradicionales votantes de la izquierda nacionalista transoberanista representada electoralmente por formaciones como el PSPV o los radicales de Bloc, EUPV o ERPV? ¿O tal vez sea uno de los primeros guiños del PP a la CiU de Artur Mas para allanar el camino a un más que probable pacto de gobierno en las elecciones generales de 2012?
Desde Coalicio Valenciana de Picassent optamos por la segunda alternativa. El Partido Popular valenciano se plegará, una vez más, a sus intereses de matriz, ignorando una vez más la voluntad popular de los valencianos, utilizando nuestra identidad como moneda de cambio y legalizando definitivamente en nuestro territorio las emisiones del altavoz mediático de los inconstitucionales y anti-valencianos países catalanes, TV3: la televisión pública catalana, que considera "patriotas" a los terroristas de Terra Lliure, se permite la licencia de incluir a la Comunitat Valenciana en sus mapas del tiempo de los países catalanes, y se llena la boca denominándonos "país valencià", contrariando a nuestra denominación oficial.
La traición del PP valenciano a la identidad valenciana volverá a consumarse pronto... tan pronto como Camps y Mas se reúnan el 20 de abril. Ya se consumó con el incumplimiento de la promesa electoral de borrar todo rastro de catalanismo de la administración y el sistema educativo valenciano. Se volvió a consumar de forma sangrante con la oficialización definitiva del catalán mediante la creación de la Academia Valenciana de la Lengua (AVL), entidad encargada de normativizar y normalizar el catalán en nuestro territorio. Y pronto se consumará de nuevo con la oficialización de las emisiones del canal catalán.
¿Vamos a seguir permitiendo estas traiciones, o decidimos ponerles freno y revertirlas ejerciendo nuestro voto de una forma valencianamente responsable? Coalicio Valenciana es el freno necesario a todo este proceso de balcanización de España y de cesiones al proyecto de construcción nacional de unos inexistentes países catalanes que el PP de Rajoy y Camps han tomado por habituales a cambio de conseguir hacerse con los apoyos catalanistas.
La identidad valenciana debe dejar de ser moneda de cambio, el pueblo valenciano no puede seguir firmando cheques en blanco a un partido Popular que nos utiliza electoralmente y nos engaña con sus pequeñas concesiones folcloristas a modo de pan y circo. La identidad valenciana es mucho más que fallas, petardos u obras faraónicas. Y el Partido Popular valenciano tendrá que rendir cuentas en algún momento de toda esta traición consumada.
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