La actividad del catalanismo, auspiciado por Bloc y PSPV, en Picassent siempre da una vuelta más de tuerca, como no, a costa de los bolsillos de los ciudadanos. La última patochada son las ¡bolsas de pan! que se han entregado a los hornos y panaderías de la población, que, según la regidoría de "cultura" vienen rotuladas con palabras en "valenciano" para promocionar el uso de determinado vocabulario relacionado con el mundo del horno: ¿xapata? ¿rotllet? ¿pa de motle? ¡Valenciano de toda la vida!
En el mes de noviembre, los premios y subvenciones a la actividad cinematográfica en catalán vendrán de la mano de una nueva edición del infausto "Inquiet", festivalete de pa amb tumaca i barretina que el sr. Hernández viene montando para deleite de amigos y agregados a la causa catalanista. Una vez más, como no, millonariamente pagado por los ciudadanos de Picassent.
Ni qué decir que desde la inaguración de la "Escola de musiques valencianes", el colectivo de empleados municipales tendrá un nuevo miembro en nómina: Miquel Gil, vocalista y fundador del grupo Al Tall, del cual no podemos negar sus conocimientos musicales ni su calidad artística, pero al cual debemos reprochar sus tendencias. No en vano, ciudadanos, vosotros y nosotros también pagaremos su nómina, aunque nadie nos haya consultado sobre ello.
En fin, que nos espera una recta final de año plagada de eventos sectarios, y un final de legislatura cargado de gastos superfluos, inservibles, tendenciosos y partidistas.
Nos queda contar los meses hasta mayo, mes en el que los comicios municipales y el voto activo de los picassentinos/as pondrán definitivamente al sr. Hernández y su Bloc fuera del ayuntamiento, y la oferta cultural y valencianista de Coalicio Valenciana esté, con vuestro apoyo, en disposición de ofrecer a Picassent una programación cultural plural, abierta, bilingüe, accesible a todos, divertida, enriquecedora y económicamente mucho más sostenible.
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